miércoles, 17 de septiembre de 2008

desaparisiones en el triangulo


Otra de las teorías es la que habla de que el fenómeno se debe a la antigua civilización de la Atlántida, sepultada bajo el mar, que contaba con tecnología más avanzada que la nuestra. El propio Platón aludía a la existencia de este civilización en algunos de sus escritos.

A continuación, se incluye una lista de casos concretos que han desaparecido dentro del espacio delimitado por el Triángulo de las Bermudas:

La del navío Mary Celeste el 1872.

El 1947 se perdió contacto de forma definitiva con un C-45 Superfort del ejército norteamericano a 100 millas de las islas Bermudas.

El año 1948, de un cuatrimotor Tudor IV civil con 31 pasajeros a bordo.

El mismo año, un DC-3 fue perdido con 32 pasajeros y toda su tripulación.

El 1949 desapareció el segundo avión Tudor IV.

El 1950 barco americano S.S. Sandra (de 350 pies) se perdió sin dejar rastro.

El 1952 el avión de transporte de pasajeros británico York desapareció con sus 33 pasajeros.

El navío de la armada norteamericana Constelation, el 1954, con sus 42 tripulantes.

Dos años después, el hidroavión Martín P5M, con 10 tripulantes a bordo.

El 1963, el barco Reina del Sulpher, también sin dejar rastro.

El 1967, el carguero militar YC-122.

El 1970, el fletador francés Milton latrides.

El 1972, el barco alemán Anita (de 20.000 toneladas), con 32 tripulantes.

El 1997, desaparecieron todos los pasajeros de un yate alemán.

Ante todos estos datos, cabe decir que el Triángulo de las Bermudas será siempre una fuente inexplicada de misterio.

como se formo




Durante la década de los '60 y '70, la creencia en el Triángulo de las Bermudas - ese trilátero imaginario formando por los vértices de las islas de Puerto Rico, Bermudas y Cayo Hueso en la Florida - no sólo era la moda, sino una materia de rigueur para cualquier interesado en la melange de temas que rodeaban al fenómeno OVNI y lo paranormal. La biblioteca personal de cualquier entusiasta casi seguramente incluía un buen número de libros, la mayoría de ellos ediciones rústicas, acerca de los misterios del mar: buques desvanecidos, objetos no identificados saliendo del mar, y la posibilidad de que la mítica Atlántida aún estuviese activa bajo las olas del Atlántico después de miles de años.
Autores como Charles Berlitz, Richard Winer y John Wallace Spencer se convirtieron en los máximos exponentes de la realidad de la figura geométrica en el agua que devoraba aparatos hechos por el hombre sin dejar rastro de ellos. Otros autores se vieron obligados a pescar misterios en otros mares: algunos, como Jay Gourley, los encontraron en el Lago Ontario, cuyas anomalías magnéticas siguen siendo una realidad hasta el presente; otros como Kevin Killey echaron sus redes en el "Meridiano del Diablo" cerca de la australiana isla de Tasmania.
Pero con el paso de los años, y la aparición de nuevas obras investigativas como la de Lawrence David Kusche, que apuntaban hacia un origen mundano de las desapariciones, o al hecho de que muchas de las embarcaciones jamás existieron, el interés por el Triángulo de las Bermudas comenzó a menguar, o al menos dejó de ser una fascinación para la nueva generación de fanáticos de lo paranormal. No obstante, todavía existe una cantidad de eventos sin explicar que tienen su origen en las aguas del Atlántico - eventos que jamás han sido incluidos en los libros que tratan sobre el tema.

martes, 16 de septiembre de 2008

donde queda el triangulo de las bermudas


El triángulo de las BermudasHace mucho tiempo se comenzó hablar de un triángulo, que se formaba en el Océano Atlántico; si uníamos con una línea recta las islas Bermudas, Puerto Rico y Fort Lauderdale. Al transcurrir los años se fueron dando noticias de que barcos, navíos, aviones, personas, habían desaparecido al adentrarse en este triángulo.
Este triángulo fue adquiriendo popularidad al encontrar estos casos tan extraños, también ha recibido el nombre de Triángulo del Diablo y El Este misterio se inicia a mediados del siglo XIX, desde esa época han desaparecido más de cincuenta aviones y veinte barcos.Uno de los casos más reconocidos es el vuelo19, en donde el día cinco de diciembre, cinco bombarderos estadounidenses, abandonaron Fort Lauderdale en un vuelo, como entrenamiento rutinario, con buenas condiciones climáticas, pero el caso está en que… NUNCA REGRESARON!!!!!!!!!A pesar de las creencias populares, los Guardacostas de los Estados Unidos y otras fuentes citan estadísticas que indican que el número de incidentes que involucran aviones y buques perdidos no es mayor que en otra parte del mundo igual de transitada. Mientras que se ha demostrado que muchos de los supuestos misterios no eran tales al analizarlos con detalle, teniendo inexactitudes que circulan durante décadas, algunos todavía no tienen una Limbo

que es el triangulo de las bermudas


Durante la década de los '60 y '70, la creencia en el Triángulo de las Bermudas - ese trilátero imaginario formando por los vértices de las islas de Puerto Rico, Bermudas y Cayo Hueso en la Florida - no sólo era la moda, sino una materia de rigueur para cualquier interesado en la melange de temas que rodeaban al fenómeno OVNI y lo paranormal. La biblioteca personal de cualquier entusiasta casi seguramente incluía un buen número de libros, la mayoría de ellos ediciones rústicas, acerca de los misterios del mar: buques desvanecidos, objetos no identificados saliendo del mar, y la posibilidad de que la mítica Atlántida aún estuviese activa bajo las olas del Atlántico después de miles de años.
Autores como Charles Berlitz, Richard Winer y John Wallace Spencer se convirtieron en los máximos exponentes de la realidad de la figura geométrica en el agua que devoraba aparatos hechos por el hombre sin dejar rastro de ellos. Otros autores se vieron obligados a pescar misterios en otros mares: algunos, como Jay Gourley, los encontraron en el Lago Ontario, cuyas anomalías magnéticas siguen siendo una realidad hasta el presente; otros como Kevin Killey echaron sus redes en el "Meridiano del Diablo" cerca de la australiana isla de Tasmania.
Pero con el paso de los años, y la aparición de nuevas obras investigativas como la de Lawrence David Kusche, que apuntaban hacia un origen mundano de las desapariciones, o al hecho de que muchas de las embarcaciones jamás existieron, el interés por el Triángulo de las Bermudas comenzó a menguar, o al menos dejó de ser una fascinación para la nueva generación de fanáticos de lo paranormal. No obstante, todavía existe una cantidad de eventos sin explicar que tienen su origen en las aguas del Atlántico - eventos que jamás han sido incluidos en los libros que tratan sobre el tema.

viernes, 12 de septiembre de 2008

el triangulo de las bermudas


Vuelo 19
Uno de los incidentes más conocidos y probablemente el más famoso sobre el Triángulo de las Bermudas es acerca de la pérdida de un escuadrón de cinco bombarderos TBM Avenger de la marina de EE. UU. durante un vuelo de entrenamiento que salió de Fort Lauderdale, Florida el 5 de diciembre de 1945. De acuerdo al escritor fantástico neoyorquino
Charles Berlitz (1914-2003), el caso consistía en que varios aviadores navales simplemente desaparecieron después de que informaran de varios efectos visuales extraños, una afirmación que no es completamente acertada. Además, Berlitz afirmó que debido a que los restos de los TBM Avenger flotarían por largos periodos de tiempo, estos debieron ser encontrados al día siguiente considerando que esos días se registraron con marea tranquila y cielo despejado. Sin embargo, no sólo no pudieron ser encontrados, sino que un avión de búsqueda y rescate de la Marina que mandaron también se perdió (Los Martin mariner tenían muy mala fama entre los pilotos de la época ya que sus tanques de combustible se inflamaban muy fácilmente, por lo que; un destello visto al poco de despegar la nave, pudo corresponderse con su explosión). Adicionalmente, la intriga se incrementó al conocer que el informe del accidente de la Marina se atribuyó a «causas o razones desconocidas».
Mientras que algunos hechos de la versión de Berlitz son esencialmente exactos, no describe algunos detalles importantes. La visión de un experimentado escuadrón de aviadores de combate perdiéndose en una tarde soleada es inexacta. Para cuando se recibió la última transmisión de radio del Vuelo 19, había comenzado un clima tormentoso. Tan solo el líder de vuelo, el Teniente Charles Carroll Taylor, tenía experiencia de combate y un tiempo de vuelo significativo, pero al mismo tiempo tenía muy poca experiencia en esa área en particular, menor que la de los aprendices bajo su servicio, Taylor fue descrito como un líder calmado y confiado. En cambio, las transmisiones de radio del Vuelo 19 revelaron a un Taylor desorientado, con una carencia de confianza en sus decisiones, y completamente perdido.
Además, las afirmaciones exageradas establecían que todos los aviones tuvieron problemas con sus brújulas, sin embargo, los informes navales y registros escritos de las conversaciones entre el Teniente Taylor y otros pilotos del Vuelo 19 no indicaban esto. En cuanto al informe de la Marina, se afirmó que el informe original atribuyó el accidente a la confusión del comandante de vuelo. El Teniente Taylor previamente había abandonado su nave en dos ocasiones en medio del Pacífico después de haberse perdido, para regresar al portaaviones. Sin embargo, el informe se alteró para retratar otra situación debido a los deseos de su familia.
Otro factor a considerar es que las naves TBM Avenger nunca fueron diseñadas para el aterrizaje en el agua, contrario a las afirmaciones de Berlitz. La experiencia de combate en el Pacífico demostró que un avión Avenger se hundía muy rápidamente si este aterrizaba sobre el agua. Para un Avenger sería muy difícil aterrizar sobre el agua, especialmente con pilotos novatos al mando, y al dejarlo en los mares peligrosos del Triángulo de las Bermudas.
Sin embargo, el hecho de que hasta la fecha no se ha descubierto rastros o algún resto de las naves ha llevado al misterio, y en sí mismo es un caso raro. En un documental sobre este evento del History Channel, se hizo notar que un piloto puede confundir fácilmente su ubicación si permitía que su imaginación controlara su razón. En este documental el escenario más probable fue que el líder de vuelo, el teniente Charles Taylor se confundió y se desoriento, y fue indeciso en última analogía de la situación del vuelo, creyendo incorrectamente que estaban lejos del sureste de Florida Keys, y giró bruscamente hacia la derecha creyendo que encontrarían tierra. En cambio, ellos se ubicaban exactamente donde debía de estar, fuera de las Bahamas, y al girar a la derecha los llevo más adentro del océano hacia el Atlántico. Esto también podría explicar por qué los aviones aún no han sido encontrados, ya que muy pocas búsquedas se han concentrado en las inmensas áreas abiertas del océano.
Por consiguiente, la explicación generalmente más aceptada por entusiastas navales y civiles que han investigado minuciosamente este incidente coincide en que el Teniente Charles Taylor se confundió y se desorientó, llevando a su tripulación al mar abierto donde se les acabo el combustible y aterrizaron en aguas tormentosas durante la noche. Y aunque los pilotos estudiantes sabían que él estaba equivocado sobre su ubicación; él era el líder de vuelo y estaba al mando. Para cuando él tomo el consejo de uno de sus aprendices pilotos sobre volar hacia el oeste, ya se encontraban muy lejos como para aterrizar sobre tierra firme. La posición oficial de la Marina Estadounidense sobre el incidente no refleja ningún misterio relacionado a lo que le paso al Vuelo 19, describiendo el hecho de que la culpa residió completamente en el Teniente Charles Taylor. El único misterio para la Marina Estadounidense es donde se estrellaron los aviones del Vuelo 19.